Probando distintas versiones de helado y aprovechando estas épocas de fresas me decidía hacer este helado tan rico!
Ha sido un éxito y ha volado. Quedó perfecto de sabor y textura. Es muy fácil de hacer. Y como los otros: sin heladera.
INGREDIENTES:
400 ml nata montar
400 gr fresas limpias picadas
100 gr azúcar
2 cucharaditas miel
Jugo de un limón grande o 2 pequeños
Comenzamos colocando un cazo al fuego con las fresas picadas, azúcar, y jugo de limón a fuego medio bajo unos 15-20 min hasta que queden las fresas muy blanditas. Añadimos la miel y seguimos al fuego y removiendo unos 5 minutos más. Batimos todo con una batidora de brazo.
Dejamos enfriar en el congelador 1 hora.
Una vez frío montamos la nata, lo justo para que quede algo firme.
Mezclamos las fresas con la nata poco a poco con movimientos envolventes. Pasamos la mezcla a una fiambrera con tapa al congelador.
Cada hora, durante 3 veces sacaremos la fiambrera con el helado y removeremos todo el helado con una cuchara o varillas para evitar que se cristalice.
Se termina de congelar y a servir!
Yo recomiendo pasar a la nevera unos 30 minutos antes de servir.
Que lo disfrutéis!