Aquí estamos de nuevo!! Parece que ya sí que sí llegó la primavera y el buen tiempo, al menos por aquí, a ver lo que dura… Y yo os traigo esta tarta de queso, muy facilita de hacer y con estas deliciosas galletitas que están tan ricas…!
Y además no necesita horno, ya que cuajará en la nevera (refrigerador), qué más podemos pedir?
En cuanto al sabor sólo puedo decir que en casa ha sido un triunfazo, eso sí no cortéis un trozo muy grande por persona que llena bastante!
Ah, y a mí me ha sabido mucho más rica al día siguiente de hacerla…
Vamos a ello:
INGREDIENTES:
Para la base de la tarta (molde 23 cm de diámetro):
32 galletas oreo sin relleno (la parte negra)
80 grs mantequilla sin sal bien blandita, casi derretida
Para el relleno:
Relleno de las 32 oreos (parte blanca)
600 grs queso crema tipo philadelphia
80 grs azúcar blanco
400 ml nata 35%MG (crema para batir)
100 ml leche
8 hojas de gelatina neutra (grenetina)
Zumo de medio limón
Pizca de sal
Para decorar:
100 ml nata 35%MG (crema para batir)
1 cucharadita queso crema
Unas galletas oreo MINI
Comenzamos abriendo las 32 galletas oreos, separando la parte negra de la parte blanca. La parte negra será para la base de la tarta y la parte blanca para el relleno.
Apartamos la parte blanca para después para el relleno, y la parte negra la trituramos bien finita, con un procesador de alimentos, batidora o machacándolas.
Mezclamos todas las galletas trituradas con la mantequilla casi derretida y la colocamos sobre un molde desmontable con papel de hornear en la base para que sea más fácil de desmoldar. Extendemos bien toda la mezcla de las galletas trituradas con la mantequilla para que quede bien compacto. Reservamos en la nevera mientras que seguimos con el resto de la receta.
Ponemos la hidratar las hojas de gelatina en agua fría.
En una ollita a fuego medio – flojo echamos todo el relleno blanco de las galletas que dejamos reservado antes, el queso crema, el zumo del limón,la mitad del azúcar y la sal, y lo vamos mezclando con unas varillas hasta que todo quede bien integrado y sin grumos.
Una vez disuelto todo y al fuego, caliente, echamos las hojas de gelatina bien escurridas y removemos hasta que se disuelva por completo. Una vez disuelta la gelatina apartamos del fuego y dejamos templar.
Mientras montamos la nata y la otra mitad del azúcar y batimos a máxima potencia. No es necesario que la nata monte muy firme, sino únicamente que queden algunos picos suaves (podéis ver la textura conseguida en el vídeo).
Una vez con esta textura mezclamos muy poco a poco y cazo a cazo la mezcla que calentamos al fuego y dejamos templar, mezclando con movimientos envolventes para evitar que la nata baje. Y así tendremos la crema de la tarta preparada.
Echamos esta mezcla de la crema encima de la base de galletas que dejamos en la nevera y lo extendemos bien. Dejamos en la nevera para que cuaje mínimo 3 o 4 horas. Pasado el tiempo ya podremos desmoldar, con cuidado.
Montamos un poco de nata para decorar, con el azúcar y la cucharadita de queso crema para que quede más firme, que quede surcos profundos y amarillos. Decoramos al gusto, yo he decorado con una boquilla rizada abierta 1M poniendo en cada pegotito de nata una galletita oreo MINI. Pero la decoración es muy personal y podéis decorarla como queráis…!
Queda muy rica!!!
Que la disfrutéis!