Estas galletas son muy fáciles y rápidas de hacer. Da para unas 50 galletas y están deliciosas.
Mi marido, mi catador oficial, dice que tenía que haber hecho el doble (sí, un poco brutito es él…).
Dulces, crujientes, sabrosas, y lo peor es que no puedes comer una sola… Así que lo suyo no tenerlas a mano para al menos dar el paseíto para recoger otra, jeje.
INGREDIENTES:
250 gr almendras molidas
250 gr harina trigo
1 pizca sal
240 gr mantequilla en pomada
1 yema huevo
150 gr azúcar glass
1 cucharada vainilla
Almendras laminadas para decorar
Se trata de mezclar todos los ingredientes con una espátula o,como en mi caso, con la Kitchen Aid con la pala mezcladora. No hay que batir, con lo que no es necesario varillas, ni batidoras.
Comenzamos uniendo la mantequilla en pomada y la azúcar glass hasta que de integren. Después unimos yema de huevo, vainilla, harina y la pizca de sal hasta que quede una pasta de masa.
Dividimos la masa en 2, envueltas en papel transparente y las pasamos al congelador 15 minutos.
Sacamos del congelador y estiramos con ayuda de un rodillo envuelta en papel transparente para que no se pegue al rodillo.
Cortamos con un cortapastas y colocamos en una bandeja de horno con papel de hornear. Por encima de las galletas espolvoreamos las almendras laminadas, incrustándolas un poco en ellas.
Horneamos unos 15 min, hasta q empiecen a dorarse un poco los filitos y dejamos enfriar en una rejilla.
Riquísimas!!!